miércoles, 23 de enero de 2019

hoteles y vuelos baratos en dubai

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Si estas pensando en realizar un viaje a  Dubái, es normal que se presenten dudas sobre la moneda oficial, la documentación que se necesita para ingresar a la ciudad y más información de este tipo, así que hablamos un poco de esto:
La documentación necesaria para viajar a Dubái, si se es ciudadano español y el viaje va a durar  menos de 90 días, no se necesita visa, aun así es obligatorio tener pasaporte con una validez de mínimo 6 meses. Así mismo los ciudadanos del vaticano, Australia, Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Corea del sur, Dinamarca, USA, Francia, Finlandia, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Japón, Mónaco, Malasia, Países Bajos, Portugal, Singapur, Suecia y Suiza, no necesitan visa para ingresar al ciudad. El resto de los países necesitan visa y un pasaporte de mínimo 6 meses de vigencia.
En cuanto al idioma, la mayoría de sus habitantes hablan sin problema el inglés, a pesar de ser el árabe, su idioma oficial.
En Dubái, el sistema sanitario es muy avanzado y aunque esto puede ser una ventaja, hay que tener en cuenta que sus costos son un tanto exorbitantes, es por esto que lo más recomendable es la contratación de un seguro medico viajero, solo por precaución, seguridad médica y tranquilidad en el viaje.
Por supuesto, debes saber que cada país tiene su propia moneda, así que es importante que se conozca cual es la moneda de Dubái, dicha moneda es en Dirham (Dh). Si lo calculamos al cambio, tenemos que 4,5 Dh, son equivalentes a un euro.
Si bien es sabido que muchas culturas los saludos son de forma quinestésica, en Dubái, se ve muy mal que se hagan muestras de afecto públicas, y por supuesto, al ser una ciudad en el que no residimos, es bueno evitarse problemas, ya que estas muestras de afecto pueden ser penadas por la ley, así mismo, el porte o posesión de sustancias psicotrópicas o ilegales, está gravemente penado, con castigos mínimos de cárcel, y aun si fue ingerida antes de entrar a la ciudad puedes ocasionar que se realice un juzgado en tu contra.
Como vamos de visita, es bueno que conozcamos un poco los horarios de los locales comerciales, los cuales, son en su mayoría entre las 9:00 am y la 1:00 pm y de 4:00 pm a 9:00 pm, también se consiguen locales que abren las 24 horas del día, sin embargo, los viernes se toman como día de cierre o día de descanso, pero es su mayoría, los locales abren al mediodía.
Por ser una ciudad de gran demanda turística, los no musulmanes, pueden comprar o consumir cualquier bebida alcohólica que sea de su preferencia, en cuanto a la vestimenta no hay problema alguno, sin embargo es recomendable el uso de pantalones o faldas un poco largas, ya que las prendas con el prefijo “Mini” son vistas de mala manera por los residentes de esta bella ciudad.
Un último dato que puede parecer de poca importancia, pero que no debe pasarse por alto, es que en Dubái, no hace falte ningún adaptador para los aparatos tecnológicos ya que los enchufes son de dos puertos o patillas y el voltaje es de 220v.

Cómo llegar a Dubái

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Quizás ya sepas como te desplazarás en tu viaje a Dubái, pero a menos que vayas a hacer un crucero por el Oriente Medio o un Tour por los Emiratos, el avión es la mejor opción y la más común para acceder a Dubái.
La línea aérea más importante de los Emiratos es Emirates Airlines, esta compañía es considerada como una de las mejores aerolíneas del mundo y como la más importante de los Emiratos Árabes, fue la primera en adquirir el Airbus A380 (Famoso avión de 2 pisos).
Por lo general para viajar a Dubái, debes hacer escala, pero si sales directamente de España, podrás encontrar vuelos directos desde Madrid y Barcelona. Así mismo, está la opción de viajar con otras líneas como Qatar Airways, por la cual deberás hacer escala en Doha, ciudad capital de Catar.
Si viajas a Abu Dhabi y de este lugar haces escala para Dubái, podrás escoger también la opción de autobuses, los cuales salen en varios turnos del día y tienen una duración, en su trayecto hasta Dubái, de dos horas, aproximadamente.
Anteriormente se contaba con un solo aeropuerto en Dubái, pero ahora se tendrá la opción de llegar al segundo aeropuerto conocido como Al Maktoum, el cual se encuentra ubicado en Jebel Ali. Fue el proyecto más caro construido en esta ciudad en su momento.
También debes saber cómo llegar hasta el centro de la ciudad desde el Aeropuerto Al Maktoum.
Puedes hacer contrataciones para cuando llegues un conductor te esté esperando con tu nombre en el aeropuerto, estos servicios de traslado suelen ser los más cómodos y los más rápidos, te llevan a tu hotel de destino en el menor tiempo posible, evitando algún tipo de coste oculto, engaños o problemas de idioma. El precio de estos servicios tiene un costo estimado de 45€ por vehículo contratado, además lo puedes reservar ida y vuelta por la web.
Si te diriges a Dubái desde el aeropuerto, en metro, ciertamente lo verás como la forma más económica de desplazarse incluso para pasear por distintas zonas de Dubái. Es muy útil usar este medio de transporte si tu hotel está cerca de una parada de metro, aun así deberás tener en cuenta que algunas zonas no son cómodas para caminar, y a veces otras opciones son mejores. El precio de este servicio varía según el trayecto.
También es muy común que se tomen taxis para llegar al centro de la ciudad. El pago desde el aeropuerto puede ser de unos 20 Dh y te vas a alojar en Deira o una zona cercana, el precio no deberá superar los 50 o 70 Dh. Así mismo, por distancia, llegar a Jumeirah serán aproximadamente unos 100 Dh. Nota que 1 $ son 3,76 Dh.
Si vas a tomar el autobús, debes saber que existen 4 líneas del autobús público que realizan viajes entre el aeropuerto y algunos puntos del centro de Dubái. Las líneas son la 401- Deira, 402- Bur Dubái, C1- Satwa y C2- Parque Zabeel. Las dos primeras tienen una frecuencia de paso de 30 minutos y laboran hasta las 10:00 pm, y las dos siguientes tienen frecuencias de paso de 10 minutos y laboran las 24 horas del día.

¿Dónde dormir en Dubai?

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Dubái es en la actualidad uno de los destinos turísticos que representa el máximo lujo, compitiendo incluso con lugares reconocidos como Manhattan, Monte Carlo o París. Una de las causas para este excelente posicionamiento en el mercado turístico es toda la apertura a capitales extranjeros para invertir en la región que se ha sustentado en el auge petrolero de la primera década del siglo XXI.
Por el carácter lujoso sobre el que se ha desarrollado la idea de Dubái como centro turístico existe gran variedad de hoteles para albergar a un número elevado de personas, por lo que es importante escoger el lugar de alojamiento que más se adapte a nuestras necesidades.
En pocos lugares la expresión “el cielo es el límite” adquiere tanta vida como en esta ciudad de Emiratos Árabes, y el edificio más alto del mundo es muestra palpable de ello. En este magnífico edificio, expresión pura de ingeniería y modernidad, existe un hotel con una personalidad sinónimo de sofisticación y alta costura, pues la firma Armani ha abierto un hotel en las alturas de este edificio.
El hotel más reconocido de esta ciudad es el Burj Al Arab, representante del lujo y la exhuberancia del mundo árabe convertido en una enorme pero delicada torre desde la que puede tenerse una amplia vista panorámica sobre el golfo pérsico en un día despejado. Un mundo de posibilidades y lujo que solo conoce el límite que pueda tener nuestra cuenta bancaria.
Además de estos hoteles reconocidos existe gran cantidad de establecimientos que abarcan desde un confort medio hasta el lujo más puro, lo importante es la zona en la que se localice nuestra habitación. Si entre los planes se encuentra aprovechar al máximo cada día la mejor zona es Dubai Downtown, en la que se encuentran importantes lugares que visitar, como el Dunai Mall.
Por el enfoque de turismo que el gobierno de la ciudad ha tomado para asegurar un futuro óptimo para este pequeño emirato no existe algo parecido a un hostal, por lo que si tu plan se basa en ahorrar algún dinero alojándote en ellos reconsidera. La falta de hostales no es un impedimento para una visita económica a Dubai, pues pueden encontrarse habitaciones económicas de menos de 50 Euros, además de estas opciones el mercado de apartamentos que pueden alquilarse por temporadas se está poniendo de moda, siendo este es un modo más auténtico de conocer la ciudad, lejos de los ajetreos propios de los paseos organizados y la burbuja que causa el lujo absoluto.

¿Qué ver en Dubái?

Palmera Jumeirah dubai

El planeta cuenta con infinidad de lugares exóticos y ultra urbanos para visitar en nuestras próximas vacaciones, todo depende de nuestros gustos y los límites de nuestra tarjeta de crédito. Para gustos tradicionales están disponibles los conocidos destinos tanto en Europa como en América, pero además de estos destinos recientemente se ha posicionado como el destino de máximo lujo y confort es una pequeña pero impresionante ciudad de Emiratos Árabes Unidos que se encuentra acorralada entre el mar y el desierto, toda una joya del desierto que posee varios de las edificaciones más llamativas e icónicas del mundo.
Gracias al auge de los precios del petróleo, y a su inversión oportuna en el mundo del turismo y los negocios, los gobernantes de la ciudad de Dubái han creado en una superficie bastante pequeña una de las mayores colecciones de sitios interesantes para visitar, ¿Cuáles son las edificaciones y lugares naturales más interesantes? A continuación presentaremos algunas de las cosas que se deben visitar para una verdadera experiencia turística en este oasis del desierto.
Dubái es reconocida como uno de los lugares más lujosos del mundo, y este reconocimiento no ha sido logrado sin motivos, pues entre sus atractivos turísticos existen varios establecimientos del más fino lujo. Uno de los lugares que resalta por su refinamiento árabe moderno es el gran hotel Burj Al Arab, hasta hace poco el más lujoso hotel del mundo se alza orgulloso sobre una pequeña isla artificial a 200 metros de la costa. Visitar este hotel transporta al visitante a un mundo de lujo extremo que es el símbolo de la ciudad.
Otro de los destinos obligatorios de esta ciudad es el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa se eleva orgulloso a una altura casi irracional de 828 metros sobre el nivel del suelo, convirtiéndolo por mucho en la edificación humana más alta construida hasta la fecha. En este enorme edificio hay muchas cosas para ver, pues si bien gran parte de sus planteas se dividen entre oficinas y ultra lujosos departamentos privados, también cuenta con un exclusivo hotel de la firma Armani, expresión universal de clase y distinción.
¿Te cansaste del calor? Si a pesar de haber ido al desierto no te gusta el calor no hay nada de qué preocuparse, pues la ciudad de Dubái cuenta también con la única pista de esquí artificial del mundo construida en un clima no templado. Esta gran instalación recreativa ha sido diseñada para que los visitantes se transporten a un mundo de hielo, frío y marcas exclusivas que se encuentra justo en medio del desierto.
Para los amantes de las carreras a campo traviesa en coche la ciudad ofrece también posibilidades atractivas, pues justo a las afueras de esta se abre el desierto y sus dunas de arena fina esperan por aquellos que deseen probar su pericia conduciendo a toda velocidad sobre ellas.
Palmera Jumeirah y las islas de El Mundo, a pesar de ser complejos privados, también deben ser visitadas.



martes, 22 de enero de 2019

Hoteles baratos en aruba - viajar a aruba

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Aruba, una pequeña isla del Caribe holandés frente a las costas de Venezuela, tiene un clima seco y soleado, playas claras y un oleaje suave. Los constantes vientos alisios traen brisas frescas y hacen que los árboles dividivi se inclinen hacia el suroeste. La influencia europea se nota en la arquitectura con techos neerlandeses de dos aguas pintados en tonos pasteles tropicales. También es evidente en el idioma, ya que el inglés, el neerlandés y el español se hablan junto con la lengua local, el papiamento.
Moneda: Florín arubeño


QUE HACER EN ARUBA?

Quién no quisiera estar, mientras lee este artículo, en una playa de arena blanca, agua prístina y brisa constante, bebiendo una piña colada debajo de una palmera. A muchos seguramente les seduce la idea de viajar a una isla del Caribe. Y Aruba es el sinónimo perfecto de descanso. No en vano se le conoce en el mundo como la isla feliz.
Este pequeño territorio de 30 kilómetros de largo y 9 kilómetros de ancho, se convirtió en 1986 en una entidad autónoma de Holanda, aunque el Gobierno holandés sigue siendo el responsable por la defensa y las relaciones exteriores de la isla. Desde 1928 hasta 1985 tuvo una refinería de petróleo comandada por diferentes empresas estadounidenses, razón por la cual la influencia norteamericana se siente aún en cada esquina –la refinería abrió de nuevo en 1991, volvió a cerrar en 2012 y el gobierno actual tiene planes de volver a abrirla, pero aún no hay nada concreto–.
Hoy cuenta con 108.000 habitantes y su razón de ser es el turismo, una industria que movió 1,2 billones de dólares en 2015. Hay días que desembarcan hasta seis cruceros gigantes y solo se ven turistas de todas las partes del mundo en las calles. Los estadounidenses representan el 58 % de los visitantes y los colombianos son la segunda comunidad extranjera, después de los holandeses, que viven en la isla.
Y aunque estar, simplemente estar, en una playa, lejos del tráfico, el ruido, la oficina y los problemas cotidianos le cambia la mente a cualquiera, Diners le propone un recorrido de un fin de semana en esta isla y le cuenta los lugares naturales más increíbles que existen, la gastronomía local e internacional, que va un paso más allá de los buffets todo incluido, y los lugares de moda para conocer y disfrutar. Aliste su maleta y aproveche que desde el 3 de diciembre de 2015 el Gobierno de Aruba no les pide visa a los colombianos.

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Los flamingos de las playas en el hotel Renaissance son una gran atracción.
VIERNES
Un buen plan para comenzar la travesía por Aruba consiste en tomar un velero temprano en la mañana en las playas de Palm Beach. Una de las más recientes adquisiciones de la isla es el Mon Forte, un catamarán que hace recorridos a grupos cerrados, resulta cómodo y tranquilo. Aquí la bienvenida será con una copa de mimosa y luego puede desayunar tranquilamente, desde fruta fresca hasta salmón.
Tras media hora de recorrido, el capitán se detendrá en la bahía de Boca Catalina, un lugar ideal para practicar snorkel. El agua es cristalina y se pueden ver diversos corales y peces de colores. Si tiene suficiente fuerza y equilibrio anímese a practicar el paddle board, que básicamente consiste en remar de pie en una tabla, o simplemente láncese con una cuerda desde la proa al mar.

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Tierra del Sol ofrece villas de lujo para alquilar y comprar.
De regreso a tierra, al mediodía, el sol irradia con toda su fuerza y el hambre apremia. Una opción es ir a uno de los mejores restaurantes italianos de la isla: la Hostaria Da Vittorio en Eagle Beach. Su chef, Vittorio Muscariello, viene de una familia de cocineros, dueña de un restaurante en Nápoles. La comida es exquisita, y el ambiente, cálido, con un toque rústico. No se arrepentirá si prueba los calamares a la parrilla y la pesca del día al limón con alcaparras.
Después de descansar un rato, cambiarse de ropa y respirar con calma, llega la hora de ver el atardecer. Un punto perfecto para observar el ocaso es en un muelle de Oranjestad, la capital de la isla, donde queda Pinchos Grill & Bar. Allí se puede tomar un par de cocteles o una Balashi, la cerveza nacional, escuchar buena música y dejarse cautivar por el paisaje marítimo.
Para finalizar el día, no muy lejos de este lugar queda un nuevo restaurante de cocina internacional, bautizado como Wilhelmina, en honor a la reina que gobernó durante más de cincuenta años a los Países Bajos. Ubicado en un edificio art déco renovado, solo abre por las noches. Como la carta es tan amplia y variada, una alternativa interesante consiste en pedir un menú de cinco platos elegidos por el chef con su respectivo maridaje. Puede llevarse una grata sorpresa como con el de sopa de pescado y el pato pekín.

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La gastronomía de la isla es de primer nivel
SÁBADO
Es tiempo de vacaciones y está permitido dormir un poco más. Así que una gran dicha es levantarse sin afán, caminar descalzo en la playa y luego ir al spa de Tierra del Sol. Este lugar tiene apartamentos y villas de lujo para alquilar, pero cualquier persona puede ir a disfrutar y hacerse un masaje –el de aceite de coco en el cuerpo y aceite de mandarina en el rostro es un verdadero placer sensorial–. Claro, si lo prefiere, también puede ir a jugar al golf –tiene un campo de 18 hoyos con vista al mar, diseñado por Robert Trent Jones II–. Luego puede ir a tomar el brunch en el restaurante –que, en honor a la verdad, parece más un almuerzo–.
Cuando baje un poco el sol del mediodía, nada mejor que volver a la playa. En esta isla todas las playas son públicas, a excepción de una, la del hotel Renaissance. En el lobby de este hotel hay un pequeño muelle en el que una embarcación lo transporta en diez minutos hasta sus playas privadas. Aquí, como en gran parte de la isla, el mar se muestra tranquilo y azul turquesa. Sin embargo, la gran atracción la constituye un grupo de flamingos que pasean de un lado a otro, y con los que uno puede interactuar sin ningún problema.
Las otras dos playas que lo dejarán con la boca abierta son Baby Beach, en Seroe Colorado, en el extremo sureste de la isla. Tiene forma de luna y el mar no es muy hondo. Resulta ideal para pasar la tarde en familia. Muy cerca de esta se encuentra Boca Grande, el paraíso para los que practican surf y kitesurf. Aquí no es recomendable nadar porque las corrientes son muy fuertes, pero vale la pena ir a ver a los deportistas, tomar el sol un rato y hacer un par de fotos.

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No olvide recorrer la isla en catamarán
En la noche, para recuperar la energía invertida en el mar, puede ir a Quinta del Carmen, un restaurante ubicado en una antigua casa de Aruba que albergó al primer hospital de la isla y, posteriormente, se convirtió en un club. Sin duda alguna, el jardín se considera la parte más acogedora del lugar. Cenar allí, bajo las estrellas, algún plato de influencia mediterránea, es una buena experiencia.
Más entrada la noche, no hay que perder la oportunidad de ir de fiesta. Moomba Beach, cerca del área donde están los grandes hoteles, es un espacio para encontrarse sobre todo con los holandeses que viven en la isla, tomar algo y bailar. El lugar está compuesto por dos palapas gigantes ubicadas en medio de la playa. Si tiene suerte puede ver la presentación de grupos en vivo.
DOMINGO
Uno de los planes que no puede dejar de hacer es ir al Parque Nacional Arikok. Aunque el fenómeno de El Niño también se ha sentido fuertemente en esta isla y muchos de los divi-divi y fofoti, los tradicionales árboles de Aruba, están secos, alquilar un Hummer y recorrer esta reserva natural que ocupa el 18 % del territorio, constituye una excelente opción. También puede hacer caminatas para ver una gran variedad de cactus, aves como el shoco, y hasta cabras y burros.
Un punto recomendado para ir son las cuevas Fontein, donde se pueden ver pinturas de los indios caquetíos de más de 1.000 años de antigüedad en el techo y las paredes. Muy cerca de ahí queda la única fuente de agua dulce en la costa norte de Aruba.
A la hora del almuerzo, y si quiere probar la comida local, The Old Cunucu House es una de las alternativas de la isla. Se trata de un lugar modesto donde puede degustarse la sopa de iguana, muy popular en la isla, el estofado de cabra o el pargo con la salsa picante de papaya, que los locales suelen utilizar con todas sus comidas.
Antes de partir, si quiere llevar algún regalo hecho en la isla, nada mejor que ir al museo del aloe. Según la guía del lugar, una de las mejores clases de esta planta fue traída en 1860 por un holandés. La combinación con el suelo arcilloso de Aruba produjo un excelente resultado. Ahora tienen una pequeña fábrica donde varias personas realizan el proceso manual de quitar los cristales de cada hoja y luego la convierten con tecnología de punta en cremas, jabones y geles para el cuerpo y la piel, con una excelente reputación cosmética.
La última cena en Aruba, por supuesto, debe ser inolvidable. Y Flying Fishbone, en Savaneta, hará que así lo sea. Es un restaurante a orillas de la playa, donde las mesas están instaladas en la arena y las personas entran descalzas a cenar, sintiendo las suaves olas sobre los pies. La comida es muy rica y el servicio es de primer nivel.
Al final del viaje siempre queda la sensación de que unos días más en la playa hicieron falta. El consuelo es que Aruba queda cerca y podrá volver las veces que quiera –no hay que olvidar que esta isla tiene la tasa de retorno más alta del Caribe–.
DATOS DE INTERÉS
El vuelo desde Bogotá al aeropuerto internacional Reina Beatriz, de Aruba, dura una hora y cincuenta y cinco minutos.
El tiquete está entre los $900.000 y $1.200.000, dependiendo de la temporada y la aerolínea.
La temperatura promedio es de 25 grados centígrados todo el año, pero la brisa es permanente gracias a los vientos alisios.
En todos los lugares aceptan la moneda local, el florín arubiano, y dólares. Actualmente, un dólar equivale a 1,8 florines.
El idioma oficial es el papiamento, una mezcla entre español, portugués y holandés, pero todos los arubianos hablan inglés, holandés y español.
Aruba tiene la segunda planta de desalinización de agua de mar más grande del mundo y el agua se puede tomar directamente del grifo, sin problema.

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